LAS GRIETAS DEL PP


¿Se estará dividiendo? No creo que llegue a tanto la cosa, aunque "en plazas peores hemos toreado". Y es que no se sabe muy bien cómo están los ánimos en Génova, que tormentas les acechan ni qué futuro les espera.
Los más duros - derechonamente hablando-, acusan y señalan con el dedo de la culpabilidad a D. Alberto R. Gallardón, el de los túneles, mientras que los más moderados sueñan con que a Zaplana, Acebes y Pio García Escudero les toque un viaje a las Islas más lejanas y pequeñas. Pero un viaje sin retorno, claro está.
Es una cuestión de ideología, pienso yo, bueno, de falta de esta. Pues lo que no se puede, es ser lo que no se es, pero sin dejar de hacer guiños a lo que se dice que no se es. En resumen, que como no dejan de rascarle el lomo a la extrema derecha, pues eso, que la parte más centrista está ya hasta los mismos, y no soporta más este baile de "te quiero, pero sin decírtelo y te digo que te odio pero sin odiarte". Y así es como estamos, con un PP más dividido que nunca y con menos ideas que un membrillo.
Llevamos unos cuantos años intentando ubicar al Partido Popular en un sitio que, no por verdadero, sea el más rentable - en votos-.Da igual que eso coincida con ideología o no coincida con nada, que lo practiquen sus votantes y dirigentes o que este más tiempo muerto que vivo, lo importante es que sea una posición ideológica que pueda aglutinar al mayor número de votantes. Desde la más extrema de las derechas hasta el más izquierdista centro. Lo importante siempre ha sido y serán los votos y no las ideas. Y claro está, así nos luce el pelo.
Intentaron usar como arma política a ETA y su entorno, y esto, en un principio les dio sus frutos, pero como no eran unos frutos sustentados en ideas de fondo, sino mas bien sustentados en el más puro sensacionalismo, pues eso, que los frutos ya se ha madurado y se les están cayendo. Ahora en un último intento, han convocado otra de sus manifestaciones -claro está, usando al vocero de la AVT (que no se merece a su politizado Presidente)-. Pero lejos de conseguir unión, lo que han conseguido es más desunión.
Intentaron utilizar a Cataluña como elemento descentralizador y anti- españolista por definición, y así reclamarse para sí mismos el título de patriotas. Pero ahora, cuando CIU les hace un guiño preelectoral, ponen sea carita de bobalicones de "yo nunca he roto un plato", y dicen que todo se puede dialogar y recuerdan que sus relaciones con CIU fueron siempre buenas.
Intentaron engañarnos y no lo han conseguido; al menos a mí.
Y ahora teniéndolo más fácil que nunca, van a perder estas elecciones. Y sin las ganan, tendrán que pactar lo quién ellos mismos llamaron diablos.

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