¿QUEREMOS DEMOCRACIA?
En principio me declaro Demócrata convencido, si bien, estoy abierto a cualquier tipo de cambio - el lo político, claro está-
Una vez dicho esto, no me queda otra opción que comentar la noticia que me salto a la cara, como un gato cabreado, ayer lunes. Hablaba el columnista en cuestión de que el 70% de los españoles se declara "absolutamente desinteresados por la cuestión política y los políticos" y también hacía referencia a que la mayoría aplastante de la población de esta España nuestra, entendía que la opción política mejor con amplia diferencia es: La Democracia.
Y digo yo: ¿Es posible que una mayoría que dice no entender, ni interesarse por la política tenga tan claro cual es o no la mejor opción de gobierno?. Pues creo que no, creo - lamentablemente- que si un dictador, unos oligarcas o un rey absolutista, fuese o fuesen lo suficientemente convincentes, la mayoría de nosotros les apoyaríamos. Creo sinceramente que esto no es más que una cuestión de marketing, de buen hacer mediático. Y es que se supone que la Democracia - y el griego que la parió - se fundamenta en el poder del pueblo, en la participación inexcusable de este, en definitiva, se fundamenta en el pueblo que dice ignorarla y no interesarse por su gestión: LA POLÍTICA. O estamos todos mintiendo, y nos encanta la política, o como algún clarividente se nos presente de forma oportuna y convincente, acabamos como en Cuba: Jodidos y contentos.
Comentarios
¿Has leído el artículo de hoy (23 dic.) de Javier Marías en El País semanal? Se titula "El jubilado iracundo" y trata sobre una nueva especie urbana a evitar. Y es que, según Marías, "junto a neonazis, mafias, bandas latinas, atracadores y demás, esta nueva figura invita también a cruzarse de acera cuando se topa uno con ella...."
Ya sabes que yo no soy muy neutral tratándose de Don Javier pero este artículo me ha parecido especialmente acertado. A ver si te gusta.
Un beso,
Elena..