EL VALOR DE UN VOTO
Para los miembros presentes y futuros del Congreso, nuestro voto tiene un valor un tanto indefinido. Sólo son buenos y acertados aquellos que se ejercen pensado en ellos. Pero ni siquiera, porque realmente... ¿quién lucha por los votos seguros? si, por esos fieles que les votarán si o si. Esos si son los grandes olvidados, los que nadie quiete tener que pensar en su utilidad, pues se da por sentado que estarán pase lo que pase.
¡¡Que triste!! es como un matrimonio rancio "te tengo tan seguro/a que no tengo que preocuparme por ti. Siempre estarás a mi lado"- eso hasta que él o ella conozcan a ella o él y lo asegurado se convierta en recuerdo, en el mejor de los casos-
Hay que reconocer que es agradable sentirse deseado, estar en sus sueños, en todos sus recuerdos. Se siente uno como la novia/o del candidato, ¡¡ no sólo del candidato, de todo el partido!! Pero eso sí, el futuro cónyuge nos explica con antelación lo que nos va a ofrecer en este matrimonio de cuatro años. Y es que no todo vale: Si le dices si a D. Mariano y su propuesta matrimonial, estarás en parte consintiendo que la >Iglesia se convierta en una mala suegra y condiciones la relación de la pareja según su particular interés, hasta en lo más íntimo. Si por otro lado abrazas a Zapatero, tienes que estar dispuesto a llevar una relación en secreto, de forma casi clandestina; pero la relación no estará basada únicamente en el amor, tampoco sólo en el dinero ¿o quizá si? Y es que esto de ser la condición única de colocarles en el poder nos confiere una situación un tanto privilegiada: Somos un voto y valemos un voto.
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