UN PP "COMO DIOS MANDA"
De nuevo, y acelerando, ante la llegada del "congreso" del PP, vuelven a hacer acto de presencia las posiciones mas radicales, religiosamente hablando, del Partido Popular. Nos quieren hacer regresar a un reciente pasado en el que argumentos antiabortistas -¿quién podría explicar a estos extremistas que una mujer no se plantea un aborto por mero capricho?. ¿Quién les podría explicar lo traumático de una decisión así?- y argumentos contrarios a la investigación con células madre procedentes de embriones, eran el ariete de la ofensiva del PP. Vuelve el Opus Dei a intentar recuperar su pasada capacidad de influencia en asuntos de Estado, vuelve a querer imponer a la Sociedad española, la idea rancia de lo que es y no es FAMILIA.
A Rajoy le están rondando los cuervos. Aunque saliese victorioso en el congreso de 20 de junio, los buitres que velan su cadáver, están empezando a alzar el vuelo, y sólo es cuestión de tiempo que se abalancen sobre su presa. Sólo así se podrá recuperar un PP como DIOS manda.
Lo anecdótico del caso, es que aunque compartamos la misma creencia en Dios, a una gran parte de los españoles, no nos impone las mismas cosas que les impone a estos rancios de la Obra. No nos limita en nuestra libertad, ni nos obliga al sufrimiento. Tanto es así, que intentaremos que el respeto y la tolerancia sean los que verdaderamente se encarguen de vigilar que nuestra libertad sea plena. Como, y en este caso sí, sólo Dios manda.
A Rajoy le están rondando los cuervos. Aunque saliese victorioso en el congreso de 20 de junio, los buitres que velan su cadáver, están empezando a alzar el vuelo, y sólo es cuestión de tiempo que se abalancen sobre su presa. Sólo así se podrá recuperar un PP como DIOS manda.
Lo anecdótico del caso, es que aunque compartamos la misma creencia en Dios, a una gran parte de los españoles, no nos impone las mismas cosas que les impone a estos rancios de la Obra. No nos limita en nuestra libertad, ni nos obliga al sufrimiento. Tanto es así, que intentaremos que el respeto y la tolerancia sean los que verdaderamente se encarguen de vigilar que nuestra libertad sea plena. Como, y en este caso sí, sólo Dios manda.
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