CIS, ¡VAYA SUSTO!


No es que el C.I.S. haya sido siempre la verdad absoluta, pero sí que ha sido siempre las verdad menos controvertida, aunque eso si, la más interpretada.
Aún cuando la "crisis" azota los bolsillos de algunos ciudadanos y los empleos se quedan al límite del abismo, cayendo algunos en el. Aún cuando un Gobierno que se supone debería anteponer los intereses de los pobres, no lo hace y ofrece ayudas financieras a los mismos que nos provocaron la crisis, cabreando con ello a los que madrugamos cada mañana para ir al tajo, de lo que sea, pero al tajo al fin y al cabo. Aun cuando el P.P. se nos muestra como "traicionado" por U.P.N., que no pide más que independencia de criterio, queriendo parecer la víctima. Aún con todo esto, Mariano vuelve al fracaso estadístico, vuelve a no arrasar, vuelve a perder otra de las muchísimas oportunidades que le brindan las circunstancias. Y debe ser que igual que los terremotos tienen pequeñas réplicas que destruyen menos, pero destruyen, así está pasando con la caída de George Bush, que sus réplicas están notando los efectos de sus temblores, por no decir estertores.
Creo humildemente que Mariano debería recuperar a los "jinetes del apocalipsis", porque ya que no convence como "santurrón", que por lo menos nos entretenga como demonio.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Está claro que este hombre no tiene tirón ni capacidad de liderazgo de nada,ni siquiera está haciendo su trabajo, o sea, oposición. Pero tampoco lo están haciendo los sindicatos, tan revoltosos con un gobierno y tan callados con otro, con todo lo que tiene este país encima de crisis, paro, recesión y despilfarros por otros sitios.¿Por qué será, por qué ese silencio?
Pero bueno, así somos estos españolitos de a pie, los que tropezamos dos y hasta tres veces con la misma piedra(o el ministro Solbes). Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Tenemos lo que nos merecemos.

Saludos y cuídate.
El Opinante ha dicho que…
No te falta razón amigo, pero creo que a mí tan poco me faltan motivos para la crítica. ¿Crees sinceramente que Solbes es un mal gestor?, ¿Crees que esta situación que vivimos es fruto de su incompetencia? Yo no lo creo, es más, esto estaba ya más que cantado y si no mira lo que decían hace un tiempo vaticinando lo que se nos venia (económicamente) encima:

Artículo premonitorio del escritor y periodista cartagenero Arturo Pérez-Reverte, publicado en "El Semanal" el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, se revela como una auténtica profecía:
"Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o de un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio -o al revés-, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.

Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará a usted el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo; porque siempre ganan ellos, cuando ganan, y nunca pierden ellos, cuando pierden.

No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tiene que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.

Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder; el riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días.

Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.

Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces -¡oh, prodigio!- mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.

Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la pagan con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con sus puestos de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza."
Arturo Pérez-Reverte
Anónimo ha dicho que…
Tanta razón tenía Reverte en su momento como Pizarro en febrero y tanto Solbes como Zapatero mintiendo y callando.Algo más podrían haber hecho, adelantarse a todos los acontecimientos, haber tomado medidas en su momento, pero claro eran las elecciones...
Lástima que la persona que lo descubrió políticamente y tanto protagonismo le dio ahora lo haya casi "desterrado" del panorana político, así no ganará ni las elecciones a la presidencia de su comunidad de vecinos.
Cero para Solbes y cero patatero para Rajoy.
El Opinante ha dicho que…
¿Cero patatero para Rajoy? o ¿Cero Zapatero para Rajoy?. Es broma, es que me hizo gracia lo de "patatero".
Por otra parte, te informo de que tengo preparado un artículo sobre Pizarro y su oportunismo politico- empresarial. Te encantará (espero) y bajara a Pizarro del trono al que algunos le habéis subido (incluido Carlos Herrera.
Un saludo y gracias por participar. Los comentarios hacen este Blog más vivo y libre.
Anónimo ha dicho que…
No lo he subido a ningún sitio, lo único que dijo en el debate fue la realidad. Otra cosa son los intereses politico-empresariales a los que tú te refieres que mantienen todos nuestros políticos, sin excepción. A éste se le ve con lo de Endesa, pero ¿a cuántos otros no?¿cuántas empresas tienen nuestros políticos a nombre de familiares, amigos o sociedades?Yo pienso que de intereses o favores no se libra ni uno.

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